domingo, 14 de noviembre de 2010

Aprendiendo a orar con Santa Teresa de Jesús…

Lo primero que hay que decir es que Santa Teresa escribe no sólo para algunos…, Teresa escribe para todos, por eso podemos tomarla como nuestra maestra espiritual en el camino de la oración. Y nos dice que tengamos en cuenta que "el Señor convida a todos"…, "tengo por cierto que todos los que no se quedaren en el camino, no les faltará esta agua viva" (Camino de Perfección 19,15). "Todos caminamos hacia esta fuente, aunque de diferentes maneras. Créanme, y no los engañe nadie en mostrarles otro camino sino el de la oración" (C 21,8).
Pero ojo…, hay que ser cuidadosos con ella porque es muy astuta y quiere "engolosinar con un bien tan alto" (Libro de la Vida 18,8) a sus lectores y acompañarlos en esta travesía. Para esto nos va a abrir la puerta hablándonos, contándonos "el modo de proceder que llevaba en la oración", que según ella, está convencida se lo enseñó Dios.
Leámosla: "Me enseñó el Señor un modo de oración, en el que me hallo muy aprovechada y (…) con mucho ánimo y libertad" (Relaciones 2,2). Y en otro párrafo: "de mí les confieso que nunca supe qué cosa era rezar con satisfacción hasta que el Señor me enseñó este modo" (C 29; V 12,6). Pero este modo aparece luego de dieciocho años de tortuosa búsqueda de la oración pensando que era sólo cosa de meditar y romperse la cabeza para tener grandes intuiciones y conceptos.
Ya esto nos está marcando algo importante, nos está diciendo lo qué no es la oración.

La oración no es una técnica, una actividad, un pensamiento, un ensimismamiento meditativo, una posibilidad y un medio para estar bien y en paz…; Pero entonces ¿qué es la oración?...

La oración es …. un encuentro
                                                        ¡UN ENCUENTRO!

Es un encuentro con una Persona, no con mi idea, mi bienestar, mi paz; sino un encontrarme con UNA PERSONA, y una PERSONA que "SABEMOS NOS AMA"…
Recordemos cuando estamos por vernos con un amigo/a al que queremos…, disponemos todo el corazón para "estar con el amigo"; más allá de los resultados porque la amistad es gratuita. No nos juntamos con un amigo/a para sacar diferentes tipos de ganancia (espiritual, psicológica, emocional, material, etc.); aunque esto se dé como resultado luego de ese momento; pero no nos juntamos para eso, ese no es el fin. Nos juntamos sólo para "estar", para compartir con la persona que es nuestro amigo/a. Estar con quien sé que amo y me ama y abrirnos mutuamente el corazón estemos como estemos, sin disimular, sabiendo que "al amigo podemos abrir el corazón con todo lo que hay en él"…

Esto mismo, nos dice Santa Teresa que es su oración: nos dice que es un estar con quien sabe que la ama, nos dice que es un encontrarse, un "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama" (V 8,5). Teresa derriba todas nuestras estructuras intelectuales, porque para dirigirnos a Dios no hace falta saber cosas, leer mucho, tener preparación, disponer de mucho tiempo, ni todo lo que a veces creemos…
Para ser orantes basta una sola cosa: tener el corazón abierto a la amistad, y en este caso la Amistad con mayúsculas. Esta capacidad de amistad Dios nos la dio a ¡TODOS! No hay quien pueda poner excusas. A este SER ORANTES nos invita. Nos invita a entrar en relación, nos invita a ir a un encuentro con una persona con la cual no sólo yo quiero estar con ella, sino que sé que me ama y desea estar conmigo y ofrecerme su amistad "él nunca quita los ojos de nosotros y (…) no está esperando otra cosa sino que lo miremos" (C 26,3).
ORAR es encontrarnos con los "ojos de Su Misericordia" (san Juan de la Cruz) que desde dentro nos dice "Ven al Padre" (San Ignacio de Antioquia). Orar es ESTAR CON ÉL…, como los primeros discípulos que "fueron y se quedaron con él" (Jn 1,39). Por eso la oración no es tesoro de unos pocos, sino que está abierta a todos sea cual fuere su psicología, su formación, el tiempo de que dispongan, la situación concreta por la que pasen; porque "el verdadero amante en todas partes ama y siempre se acuerda del amado. ¡Recia cosa sería que sólo en los rincones se pudiese tener oración!" (Fundaciones 5,16).


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

DEJANOS TU COMENTARIO

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...